La seguridad es una dimensión de la calidad en atención en salud, un conjunto de atributos que deben tener los procesos administrativos y asistenciales diseñados para responder de la mejor manera a las necesidades y condiciones de los pacientes, por lo cual se convierte en un factor indispensable que debe gestionarse permanentemente en cualquier sistema de salud.
Los alineamientos de seguridad del paciente-usuario, son necesarios para gestionar un cambio de cultura en términos de calidad y seguridad alineados con estándares internacionales que incorporan como pieza clave los conocimientos, habilidades, y destrezas de los profesionales de salud, orientados a generar y optimizar sus procesos de atención. Prevenir posibles eventos adversos, detectar los riesgos, actuar a tiempo, corregir los errores y aprender de ellos, es el nuevo desafío de la salud pública ecuatoriana.